lunes, 30 de abril de 2012

Neutralidad en los analistas?

En el programa de "Primer plano" que transmite el canal Once, Sergio Aguayo puso sobre la mesa el tema de que a los analistas les piden que expresen su posición con respecto a la próxima elección. Aguayo sostuvo que ante la incertidumbre que se vive, la gente pide eso. Su postura es que por respeto al público, no la expresa. Lorenzo Meyer, María Amparo Casar y José Antonio Crespo sostuvieron que desde luego tenían una posición muy clara, pero que eso no los llevaba a convertirse en propagandistas de algún partido. La postura de Aguayo es que lo que intentan es hacer un análisis que intente contextalizar y dar un significado más profundo a los hechos que analizan. Crespo incluso recordó la recomendación de Weber de que es necesario para el analista que diga su posición, pues la plena objetividad y la neutralidad no existen.
Considero que lo único que les podemos pedir a los analistas es honestidad, no una falsa neutralidad y objetividad así creo que sería incluso un ejercicio más sano y claro. De esta manera, quedaría claro que Televisa apoya a Peña Nieto. También que Ciro Gómez Leyva, López Dóriga, Carlos Marín, Leopoldo Gómez apoyan al candidato del PRI, está bien pero que no muestren una aparente neutralidad y objetividad. Eso no existe. Ahora bien, decir la postura que cada quien tiene, no necesariamente implica convertirse en propagandista de un partido. Más bien esto nos llevaría a una comprensión mutua mucho más clara y fácil de entender.

La influencia de las encuestas en mis vecinos



En el contexto electoral que vivimos, las encuestas se utilizan no como instrumentos estadísticos basados en una metodología científico-matemática para conocer la opinión de las personas con respecto a los candidatos. Sino que los medios de comunicación, conociendo la manera de pensar de mucha gente, las usan para acarrear agua al molino que desean. Consideran que al repetir una mentira muchas veces puede convertir en verdad. Quizá puedan tener razón.
            Un vecino mío sobrepasa los 70 años, no terminó la primaria y toda su vida trabajó hasta que fue pensionado. Proviene de región de Los Altos de Jalisco y en la década de 1960 se radicó, con su familia, en la Zona Metropolitana de Guadalajara. Acá pudo desarrollar su oficio como tornero. En la década de los setentas el programa gubernamental INFONAVIT, de vivienda de interés social, le otorgó una casa donde pudo vivir más o menos cómodamente con su esposa e hijos. Actualmente está pensionado por el Seguro Social y recibe una mensualidad que sobrepasa con poco los mil pesos mensuales.
             A la pregunta de ¿por quién va a votar? Contestó que estaba difícil, pero que como señalan las encuestas Peña Nieta va muy arriba. El medio que tiene de informarse es Televisa; por consiguiente la encuesta que conoce es la de Mitofsky. No lee los periódicos, en su casa no tiene computadora ni conexión a internet. De manera que la única fuente de información que tiene es la televisión abierta. No tiene cable.
            Votará por EPN porque Mitosfky lo ubican muy por encima de los demás candidatos. Mi vecino no se cuestiona si la encuesta puede estar engañando y como no conoce otros medios de información, desconoce que Televisa apoya plenamente la candidatura del priísta. También desconoce que el porcentaje de indecisos está por encima del 30 por ciento y que la elección no está decidida, por más que Ciro Gómez Leyva, López Dóriga, Carlos Marín o Leopoldo Gómez, o como se podría leer Milenio y Televisa se esfuercen en hacer creer que la elección está decidida.
            Considero una falta de respeto contrariar la opinión de mi vecino. Él tiene sus creencias que son plenamente respetables. Por más en desacuerdo que yo esté con él, su punto de vista es tan válido como la mío. Sin embargo, sí me atreví a comentarle lo que sabía sobre la alianza PRI-Televisa-Milenio-Mitofsky en pro de Peña Nieto y del más de 30 por ciento de indecisos. Traté de persuadirlo con respecto a que las encuestas pueden estar inclinadas para favorecer a un candidato. El vecino no lo tomó a mal, al contrario, se puso a reflexionar y dijo: “Entonces estos cabrones nos quieren ver la cara de pendejos…” No sé que pasará con su voto cuando vaya a emitirlo.
            En México viven muchísimas personas como mi vecino que su derecho a la información está vedado, pues el único medio que tienen para “informarse” del acontecer político y económico del país son los medios televisivos abiertos: Televisa y TV Azteca. Este duopolio tiene conocimiento de esta situación y aprovecha cabalmente la capacidad de penetración que tiene. Sólo Televisa tiene la capacidad técnica y la infraestructura para llegar casi al cien por ciento de la población de México. También sabe que la mayoría de la población los tiene como su único medio para informarse. De ahí pues que no me extrañe en lo más mínimo que el día del primer debate, único al que Peña Nieto ha confirmado su asistencia, el próximo 6 de mayo a las 20:00 hrs. la Federación Méxicana de Futbol (léase Televisa y TV Azteca) decidieron agendar el partido de vuelta de Tigres-Morelia. Si había alguna esperanza de que este debate evidenciara la ineptitud de Peña Nieto y el acartonamiento de Josefina Vázquez Mota, y fuera conocido por más gente, con el partido, esta posibilidad casi queda reducida a nada. La gente más ignorante estará viendo el aburridísimo partido de futbol, en vez de observar un debate político al que poco entienden.