martes, 15 de noviembre de 2005

Don't fade away

Te has empolvado un leve. Lo sé, ahorita me está urgiendo el juego con los números. No desesperes, ténme pasciencia que en largas tardes y noches frías nos recrearemos haciendo el amor, fumando ideas sudadas, creando imágenes imposibles, asesinando dioses y burlándonos de la razón. También pelearemos, te manderé a la chingada y tu harás lo propio, dormiremos separados y a mitad de la noche me despertarás ofreciéndome café con belladona para volar entre elfos, gnomos y entes.
Sé que es noviembre y no ha habido ninguna entrada.
No desvanezcas. Sigue hablándome, sigue nombrándome y sigue creándome que pronto ya estaré aquí danzando contigo al rededor de la fogata del árbol al centro del jardín para recrearnos con el fuego y los alaridos de las chispas.

4 comentarios:

libréluna dijo...

Sucede que a veces nos concentramos-distraemos tanto en y fuera de nosotros mismos que nos vamos olvidando de a poco, de a leve, de lo que deseamos, de lo que en algún momento fuera fuerza motora, eje, faro... es noviembre, y parece que el invierno viene frío; así que más vale que te vayas desentumiendo para no morir de hipotermia.

Igor dijo...

Zas. La esperanza. La postergación. Como un abono de lo que será el futuro. Mi buen, excelente texto. Y sí, como dice la geo: habrá que desentumirce.

I

Anónimo dijo...

Bueno, ejercitaremos el don de la paciencia.

Un abrazo

Igor dijo...

Pa usté:

Una rama seca
—llega navida—
Un árbol