lunes, 3 de julio de 2006

Charco turbio

Fueron poco más de 7,200 seleccionadas aleatoriamente en todo el país. Un selecto grupo de científicos, con reconocimiento internacional, mediante complejísimos cálculos matemáticos, socioeconómicos y demográficos decidieron lo más cercano a una síntesis de la heterogeneidad.
— El resultado rápido no permite ver una tendencia clara.
— Pero sí puedo entender que hubo empate, sí puedo entender que 36.37 y 35.40 representan una diferencia de menos de 400 mil y que se necesita contar uno por uno los papeles, para tener un resultado definitivo. ¿No me puede decir eso?
— Prudencia. Mejor después les digo. No coman ansias. Vamos a vaciar en las mesas las cajas y a hacer montoncitos los papelitos.
— ¿Es muy grande la mesa?
— No, bueno, van a ser varias mesas. Tenemos un grupo de trabajadores muy profesionales que realizará la tarea con especial cuidado y completa imparcialidad.
— Uno, dos, tres…
— Oiga, y ¿Cómo pa cuándo?
— Pos el miércoles es muy poco tiempo. A lo mejor el viernes… Cuatro, cinco, seis…
— Oiga pero ya se están manifestando algunos como triunfadores.
— Siete, ocho, nueve… Pos ¿qué quiere que haga? yo les dije que no lo hicieran, pero no me hacen caso. Sea como sea, lo que yo les diga será la última palabra… Diez, once, doce…
— ¿Y si sus palabras tienen el mismo efecto que lo que le hace el viento a Juárez?
— No, no puede ser. Yo soy la máxima autoridad. No se preocupe. Mejor ya déjeme contar.
— Pero no le hicieron caso. Uno dijo que “exijo” y el otro que “va a corroborar”. Luego, estuve viendo en Internet que tal porcentaje, y más al ratito que tal resultado. Cambiaban las cifras, pero no las diferencias. Hasta en la madrugada ví que se movieron tantito y ahora en la mañana la cosa está más peliaguda.
— Sí, le digo que no se puede decir todavía nada.
— Oiga, pero no me contestó por qué no había dicho las cifras. Todos queríamos escuchar eso. Numeritos. Tanto para Fulano, tanto para Zutano. A continuación me explica porque no puede determinar un resultado definitivo. Le juro que puedo entender eso. Sí me cabe en la cabeza que el resultado fue tal, pero no es, por ningún motivo, definitivo, porque hay necesidad de contar papel por papel otra vez, para no cometer errores.
— Pos eso fue lo que les dije, sin mencionar cantidad alguna. No me puedo permitir ser imprudente.
— Y hablado de imprudencias. Los números son muy fríos ¿verdad?
— ¿Por qué lo dice?
— No, es que estaba sacando cuentas… Ire, según dice usted, hubo una participación de casi 60 por ciento, ¿eda? Entonces, eso, según yo, viene a ser poco menos de 40 millones. Luego, de esos que fueron los que se pintaron el dedo café, sólo 14 millones, más o menos, son los que van a componer “la mayoría”. Es decir, ni un quinto del total. O sea, ni un quinto. Por otro lado, es muy significativo que casi el 2.15 por ciento se haya inclinado por “ninguno” y el 0.73 por “otro diferente a los enlistados”. Si los sumamos casi forman el 3 por ciento, del total, o sea alrededor de 1 millón 200 mil, que no es poca gente.
— Así son las democracias modernas.
— Sí, es verdad, nadan en un charco de legitimidad bastante turbio. Pero eso sí, mal dicen que ganó Fulano, se presenta en la tele y saca sus mejores palabras y se pone bien incluyente: “que vamos todos para acá… que un voto de confianza… que dizque concordia” —es bonita la palabra, ¿eda? “Concordia”, un solo corazón—. En fin, la gente sigue en su trajín cotidiano, nomás viéndolos en su pedestal, sin báculo.
Esperaremos nuevamente seis años para que el espacio público se llene con frases pegajosas y vacías que hartarán hasta el más paciente. Ellos recordarán otra vez que su labor es convencer de su opción, pero nada más.
— Ey, le digo que así es. 225, 226 227…
— No me estaba escuchando ¿verdad?

3 comentarios:

libréluna dijo...

estaba contando, pa qué lo distraes?, demasiado distraído está el país como pa andar con ese tipo de preguntitas que desesperarían al más paciente... y entre mis palabrejas favoritas del 2006, están: chachalaca, compló, participación ciudadana, confianza, concordia, Cooperación...

Aunque la neta, la neta... prefiero otras que estuvieron de moda hasta hace unos días: "da, da, da, quiero pecsi mamá", al menos esa es más coherente y más sencilla, menos esquizofrenica y más viable para satisfacer.

Greetings.

La mostra.

Itzxochitl dijo...

Mi querido Yohualli, me gusto tu conteo, aunque distraiga al referi.
Geo totalmente de acuerdo, contigo, duele menos el futbol que la politica de mi paìs; o tal vez soy de otro mundo y deberia ser al contrario, màs futbol menos politica

Noemi dijo...

Que dizque participacion ciudadana!! Y el 60% voto.... Ahi nomas de panzaso, como en la escuela.

Me pregunto si lo mas esperanzador podria ser el 3% que no voto por ninguno de los candidatos pre-escogidos. Sera que algun dia cambiaran las leyes para verdaderamente pedir cuentas en tiempo a los servidores publicos? Que se les cobraran cada una de sus habladas de campaña... eso ya sería un buen aliviane. Porque la politica en el sistema se vislumbra como guerra sin cuartel por quedarse con la silla. Atarantados con hacha afilada... listos para hacer leña del arbol no caido y del que se pueda.

Bonita dramatizacion. Saludos