lunes, 14 de mayo de 2012

Utilización política de las redes sociales


Por primera vez en las elecciones del próximo julio las redes sociales desempeñarán un rol en la opinión pública. ¿Qué rol desempeñan o tendrán? Desde luego no existe acuerdo en eso. Lo que he leído se caracteriza por sobrestimar o bien desestimar la importancia de estas redes. Roy Campos, por ejemplo, desestima la influencia que puedan tener las redes sociales, por el simple hecho de que la cantidad de usuarios es muy inferior a la cantidad de personas que se informa exclusivamente por televisión. Por eso mismo, los errores de Enrique Peña Nieto en la FIL, con los twitters de su hija y cuando dijo que él no era la señora de la casa, no tuvieron un reflejo muy importante en las cifras de las encuestas. Pero por otro lado, también hay quien considera que su importancia es grandísima, tanta que sostienen que el presidente estadounidense Barak Obama ganó las elecciones en 2004 gracias a su uso intensivo en las redes sociales. Por último, también existe un sector más mesurado que señala que nadie sabe cuál será el efecto de las redes sociales, pues al ser un fenómeno tan nuevo, nadie puede estimar correctamente el impacto que tendrán en las próximas elecciones. Pero esta última postura me parece la menos comprometida.
Por mi parte considero que no se trata de hacerle al adivino; nadie puede conocer el futuro, y no se trata de eso. No obstante, muchos analistas y comentaristas quieren parecerse a los porteros del futbol al querer parar un penal; en vez de fijarse en la pelota, se lanzan antes para tratar de adivinarle la trayectoria. Eso no es serio. Recordemos que la pelota no engaña. Por más que el tirador quiebre la cintura, la pelota sólo saldrá a donde es dirigida. Si va bien colocada, quizá no sea posible pararla, pero si el tiro es malo, el portero tiene oportunidades de detener el tiro. Es decir, los fenómenos que están ocurriendo en el momento presente necesariamente nos muestran lo que ocurre. Es en eso, desde mi punto de vista, en lo que debemos fijar la atención.
Un primero punto es que las redes sociales les resultan importantes a los partidos políticos. Todos tienen sus cuentas de Twitter, de Facebook y sus páginas personales. Como ya es sabido, los equipos de campaña tanto de Josefina Vázquez Mota como de Enrique Peña Nieto en sus “cuartos de guerra”, tienen trabajando a un numeroso equipo para introducir trendig topics (temas del momento o tendencias) positivos para cada uno o para golpetear a sus adversarios. No he visto y no he leído nada que señale que Andrés Manuel López Obrador tenga también un equipo trabajando en ese sentido. Héctor Aguilar Camín, el día de hoy acusó que el candidato del PRD, PT y Alianza Ciudadana tiene una “red de insultantes” en Twitter. La verdad cabe la posibilidad y sería normal. Pero lo dijo  Aguilar Camín que ahora está embrollado en su defensa de Televisa y evidenciado que claramente apoya directamente a EPN. Así que su palabra no es muy legítima, que digamos.
Las redes sociales les resultan importantes, está claro, pero ¿en qué sentido va esa importancia? He observado que esta importancia se centra en un esquema cuantitativo. Es decir, quien más seguidores tenga en Facebook o en Twitter es mejor. Esto desde luego, no necesariamente es cierto. La crítica es algo muy presente en las redes sociales y muchos de los seguidores no comparten la ideas y posiciones de los candidatos, sino que están observándolos para conocer lo que publican y a partir de ahí criticarlos. Esto no lo han entendido bien y los tres candidatos (Quadri no entra en este análisis por que no lo considero un candidato verdadero, está siendo manipulado por la señora Elba Esther Gordillo. Él más bien encaja en la categoría de turista político por el país con viaje pagado) han contratado servicios para que con cuentas falsas se incrementen sus seguidores. Por otro lado, también han contratado servicios de bots (robots que repiten mensajes muchas veces para crear tendencias en twitter) que es muy fácil detectar.
Como entiendo esto, es que los candidatos han utilizado las redes sociales como un medio de publicidad tradicional para dar a conocer sus ideas; por la manera en que lo utilizan las redes sociales para ellos es una especie de espectacular o de comercial de televisión. O sea, quieren llevar el mismo lenguaje de la televisión unidireccional a las redes sociales. Su mensaje puede ser visto por millones de personas. Aunque así no funcionan las redes sociales. La característica principal de las redes sociales es su interactividad, su mensaje de ida y vuelta, el emisor es a su vez receptor y el ciclo vuelve a comenzar. No he observado que ningún candidato se tome la molestia de comentar o responder a los comentarios, críticas y alabanzas que reciben. Quizá sea un trabajo muy arduo y sería muy difícil darle respuesta a todos. Pero es un hecho que no dan atención ni tiempo a este aspecto cualitativo; que sin duda es importantísimo. Es en este aspecto en el que observo la máxima debilidad de los candidatos en las redes sociales.
Dejando de lado a lo que hacen o dejan de hacer los candidatos, también es importante considerar lo que hacen los usuarios de redes sociales. De acuerdo a las cifras de marzo de 2012, El Economista publicó que en México existen 10.7 millones de cuentas en Twitter; mientras que Facebook para el mes de mayo de 2012 cuenta con poco más de 32 millones, de acuerdo a Merca.2.0. El concepto de “usuario” no está claramente definido, no es fácil definirlo. Para estas cifras, usuario quiere decir que alguien abrió una cuenta de estas redes sociales. Pero esto no necesariamente quiere decir que la usa o que tiene un uso intensivo de ella. No sé si se sepa la cantidad exacta de cuentas con actividad intensiva diaria. Sería interesante hacer un ejercicio teórico para definir el concepto de “usuario” desde el punto de vista cuantitativo y cualitativo; pues a partir de ahí podríamos comprender con una detalle mucho más fino. De lo contrario nos quedaremos en un esquema cuantitativo chato, que parece decir mucho, pero que en realidad no dice gran cosa, más que número que sería preciso analizar e interpretar.
Desafortunadamente, las redes sociales están llenas de insultos y descalificaciones hacia los candidatos. Las filias y las fobias expresadas con el hígado son de lo más común. Abundan las ofensas a Peña Nieto no lo bajan de pendejo; en repetidas ocasiones también se han referido ofensivamente a Vázquez Mota y a López Obrador. Este tipo de comentarios reflejan sólo una posición, basada no en un análisis y en una reflexión de los candidatos, sus alianzas y propuestas, por más pequeña que sea, sino es una reacción cargada de pasión irracional.
Aunado a lo anterior, los usuarios de las redes sociales hacen gala de la creatividad, del humorismo y la ironía. Manipulan imágenes o videos para criticar o burlarse de un candidato. Mensajes conocidos popularmente se resemantizan para criticar a un candidato. A mi me han parecido divertidísimas las traducciones que le hacen al Führer molesto en su famosa escena de la película “La caída”. Los errores de los candidatos se magnifican y las redes sociales se dan vuelo. Mucha de esta diversión es también el sentido que las redes sociales poseen. Pienso, por ejemplo en el uso que los jóvenes adolescentes le dan a las redes sociales. Para ellos, tanto Facebook como Twitter son extensiones del patio de la escuela o del salón de clases cuando no está el maestro. Son espacios para convivir de manera ifnormal, ligera y divertida. También son espacios para ligar o para hablar de lo que cada quien quiera, pero lo que priva es el sentido relajado y de diversión. Pero este uso de las redes no es de interés en este análisis, sólo lo refiero para señalar el sentido relajado y diversión que tienen las redes sociales.
Desde mi punto de vista, el aspecto más importante de las redes sociales es la posibilidad que brindan en compartir información. Este aspecto es muy novedoso. Antiguamente los medios que teníamos para informarnos eran el radio, la televisión, el periódico y las revistas. La característica de estos medios tradicionales es que son casi complemente unidireccionales en sus mensajes. Dicen, pero no escuchan, señalan pero no reciben contrarréplicas inmediatas. Estos medios de información (no de comunicación) se autoapropiaban de las versiones oficiales de las noticias. Lo que decían ellos era lo que “en realidad ocurría”. No había posibilidad de conocer diferentes versiones. Al ser muy pocos los medios de información independientes, las versiones que dominaban a la opinión pública era la de los grandes monopolios informativos. Con internet, este monopolio en la información se ha visto fuertemente resquebrajado. Gracias a que internet permite publicar información de manera económica, surgieron varios medios informativos independientes (todos con participación en las redes sociales). La difusión de estos medios que sólo tienen presencia en internet no tiene el mismo impacto, en términos de audiencia, que la televisión o el radio, sin embargo, su importancia se va incrementando día con día. Son cada vez más conocidos y leídos o vistos por más personas.
En este mismo sentido, las redes sociales juegan un papel difundidor importantísimo. Son como magnificadores de sonido, como bocinas que engrandecen las voces. Acaba de ocurrir un hecho sumamente interesante en es este sentido. La visita de Enrique Peña Nieta a la Universidad Iberoamericana, es paradigmática. En primer lugar, gracias a las redes sociales, fue posible acceder a diferentes páginas para ver dicho acto en vivo. Eso en el pasado habría sido imposible. Los medios de información tradicionales no trasmiten dichos actos políticos. También fue posible ver que unos pocos alababan al candidato. También pudimos ver que una mayoría lo rechazaba, de igual manera vimos la cara del candidato desencajada por el medio, oculto frente al baño, mientras que jóvenes le gritaban “asesino”, “Atenco no se olvida” y el “fuera, fuera”; asimismo pudimos ser testigos como prácticamente corrió hasta llegar a su camioneta y salir rápidamente de la universidad. En las redes sociales esa nota se repitió y se repitió. Así como los comentarios virulentos. Por su parte, López Dóriga no trasmitió dichas imágenes y minimizó la nota al no mencionar los abucheos a los que fue objeto el candidato del PRI. Por otro lado, todos los periódicos de la OEM de Vázquez Raña que abiertamente apoya a Peña Nieto, tenían titulares como “Triunfa Peña Nieto en la Ibero”. Así mismo, el equipo de campaña de este candidato montó un video de esta visita y claramente tendencioso, y sentimentaloide, eliminaron todas las manifestaciones de rechazo y dejaron sólo las muestras de aprobación. Considero que es ahí donde está el aporte importante de las redes sociales en esta elección.
Podemos acceder a la información de manera directa, sin manipulación tendenciosa de los medios informativos. Eso sí es ciertamente inédito. Ahora bien, es preciso señalar aquí que dicha información no es vista por toda la población. Existe un importante número de personas que no accede a internet y que se sigue informando por los medios tradicionales, por lo que sigue recibiendo información manipulada. Una amiga hace unos días escribió en su cuenta de Facebook que todos sus contactos no apoyaban a Peña Nieto, que de hecho no conocía a nadie que apoyara al candidato del PRI. Esto la llevaba a cuestionar la legitimidad de las encuestas, pues de acuerdo a su experiencia personal no era posible que Peña Nieto llevara una ventaja tan amplia. Aquí ocurre algo importante. En las redes sociales nos relacionamos de una manera muy parecida a como lo hacemos en la vida real. Nos allegamos a gente que piensa más o menos como nosotros. Las personas que no nos resultan compatibles en cultura, pensamiento, tendencia política, gustos, nivel académico, no las tenemos como amigos, ni como contactos en las redes sociales. Entonces, nuestras relaciones sociales se dan más o menos en lo que se podría llamar clúster de relación sociocultural, o racimos de relación sociocultural. En estos clústers o esferas de relación sociocultural, reconocemos a los demás y a nosotros mismos. Si bien existen diferentes puntos de vista, las agendas, los intereses, las importancias son similares. Hay mucha gente que no tiene el más mínimo interés en leer noticas, en mantenerse informado, en conocer las tendencias políticas. Se sienten muy conformes y cómodos con saber lo que dice la televisión y con base en ello basan su opinión. La importancia de las redes sociales se incrementará en la medida en que se incremente el uso intensivo del internet y de las redes sociales, en la medida en que las personas incrementen su nivel educativo y cultural y sociopolítico de participación ciudadana.

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