miércoles, 15 de junio de 2005

Salí a encontrarme

... No me encontré. Regresé al departamento justo cuando sacaban el cuerpo del señor Hickels envuelto en una sábana blanca. Entré y decidí, por fin, comer el M&M rojo que dejó Alicia sobre el buró. Un frío estremecedor empezó a recorrer mi mano. La imagen del espejo ya tenía el cinturón de seguridad; pasó el conejo y supe que la madriguera estaba cerca. ¿Caí? ¿Salí? ¿Me introduje en la madriguera? Sin café no tengo puntos de referencia...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Tu eras el señor Hickels, temo informarte...

Igor dijo...

Ah, conque escogiste el M&M rojo en lugar del azul, ehhhh. Pues Welcome to the desert of the Real... jeje...

Saludos, mi buen.

Anónimo dijo...

¡Que buena inspiración tuviste de comer el M&M rojo! Estas haciendo un estupendo viaje...

Ernesto Rodsan dijo...

Noemí me quitaste la idea del final de todo esto. Era lo único que tenía claro; ahora a ver cómo lo concluyo.
Saludos