miércoles, 25 de mayo de 2005

Cala el frío de la conciencia

El súperhombre vino pero por más que quiso no pudo "enseñar el sentido de la vida a los hombres". Esa es una tarea imposible. El sentido es una construcción erigida libremente con base en una serie de decisiones no sólo subjetivas sino también del medio sociocultural, muchas veces asumidas sin chistar siquiera. No obstante, el frío cala en la conciencia que se sabe constructora de la realidad. Y las creencias mágicas pueden convivir con el desencanto del mundo tecnologizado en el que la fe es algo que se obtiene por una elección conciente.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

El sentido es una construcción erigida libremente ????


Yo creo que bastante menos libremente de lo que pensamos. Hay todo un código ético_social para su creación :)

Ernesto Rodsan dijo...

No cree usted que se puede o no seguir ese código éticomoral del que habla. Por otro lado, ¿no le da frío pensar por un momento que lo piensa y siente es una creación absolutamente suya y que no se le puede imputar responsabilidad alguna a nadie?
Gracias por la visita Noemí.

Anónimo dijo...

Creemos que somos originales, y en realidad "obedecemos" mas de lo que podemos aceptar.

Y... quisiera, solo quisiera poder pensar y sentir muchísimo mas libremente. Estoy mas bien en un momento en el que me siento verdaderamente prisionera de la vida social. Veo que escribes muy decente, pero la expresión mas exacta sería "hasta la reverenda madre".

Igor dijo...

Yo creo firmemente que somos pura contingencia. Ni decidimos tan libremente, ni estamos tan sometidos. Aquél que decía que el hombre es su circunstancia estaba equivocado: el ser humano es él Y su circunstancia. El superhombre se vio imposibilitado de enseñar el sentido de la vida porque there is no such a thing. No hay nada anterior a la historia que haya estado ahí y que sea el sentido. La línea que se extiende de Platón a Kant se rompe brutalmente, porque no hay cavernas ni percibimos sombras de lo Real. El apriori es falaz y mentiroso.... ¿Será?

PD.
Viva Bizancio!!!

Ernesto Rodsan dijo...

Sólo como un tributo a Bizancio...
Claro, Ortega y Gaset está equivocado ni más qué decir... el fin del idealismo y lo falaz de la experiencia es precisamente la razón por la que el superhombre no pudo enseñar el sentido de la vida de los hombres. Pero creo tan firmemente como tu que el sentido no es un patrimonio de la humanidad. El sentido sino sólo existe para aquel que quiera que así sea. Y vuelvo a decir, el sentido es una construcción hecha por el individuo.
In Bizancio I Trust

Anónimo dijo...

Por el individuo de manera aislada¿?
Qué ingenuossssssss!!

Ernesto Rodsan dijo...

Chale, la neta me la pensé mucho en contestar. Pero en fin, aquí voy como un nuevo tributo a Bizancio y para defender una idea por el simple hecho de hacerlo. La verdad estoy de acuerdo con lo de ingenuo --y aquí soy yo, porque el buen Igor no está de acuerdo conmigo--, y que chido. Y es ingenuo no porque haya dicho que el individuo aisaldo es el que crea su realidad. Ahora sí como dijo Igor "There is no such a thing" y el gran Marx diría no mamar con las robinsonadas. Es ingenuo porque creo que el ser humano en última instancia es el que decide cuál es el sentido de la existencia. Cómo? por su historia de vida, por las relaciones sociales, por sus lecturas, por las películas que ve (y de hecho la idea original me surgió de una reflexión que hice de Matrix), por los libros que lee. En fin por la naturaleza social del ser humano en su entorno. Lo que sí creo es que lo que llega a creer o no creer no es el resultado de una subirdinación sino de una decisión que puede o no ser conciente, pero que en última instancia es una decisión.
Once again, Long Live Bizancio.
Saludos.

David Temper dijo...

Apoyo la idea de que el sentido de la vida es una decisión. El autor que más éxito ha tenido en desligar ese sentido del sentimiento de vacío, a mi ver, es Camus en "el mito de Sísifo".
Tener un sentido de la vida ayuda, pero no es imprescindible, aunque la religion así nos lo diga (nos lo dice para asegurar su permanencia en la conciencia colectiva).

Aún más allá, creo que las emociones también pueden llegar a convertirse en decisiones. A el negarse a tomar esa decisión se le llama neurosis, creo.

Anónimo dijo...
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